viernes, 30 de diciembre de 2011

Wild Child


Una semana y un día después. Tranquilidad, calma y estabilidad. Siempre con retraso, aunque mejor tarde que nunca. Olor a ron y regaliz. Frío contundente pero sin ser polar. Al principio se ríe y se lo toma a guasa, pero poco a poco va descubriendo cosas que su propio cerebro le va desvelando. Pasa de ser una comedia de humor americana a ser pura ciencia ficción y terror.


Esperanzas puestas en algo que no parece llegar a buen puerto. ¿Qué culpa tengo yo? La misma que tú, ninguna. Pero de ignorancia nada, simplemente aceptación. Y mientras su miseria recorre cada sonido de su amplio léxico, el frió entra por mi garganta sin pedirme permiso.


¡Se ha quemado! Con el cariño que le tenía... ¿Autista, quizás? Me da que no. Sólo una falsa timidez con rasgos demoníacos. Ya desde el principio haciéndome esperar.


- ¡Si es que no tengo remedio!
- (...)


(y aún así sigo sin escucharla)

lunes, 19 de diciembre de 2011

La inquietud te calma


Soleada tarde de invierno que se estropea al producirse un accidente de tráfico. De la nada aparece ella, abrigada hasta arriba y con tantas capas que parece una albóndiga. No veo sus ojos porque lleva gafas verdes. ¿Seguro que son gafas o sus ojos son tan grandes que mi miopía hace que me confunda? ¡Pero qué miopía! Si ya estoy operado... veo como un lince. La costumbre de ciertas cosas es lo que tiene.


Si no me equivoco, ella no tenía nada que ver con la vigilancia de tráfico ni con las fuerzas de seguridad, entonces... ¿qué hace ahí? ¿Ha tenido ella el accidente? Imposible, porque está dando saltos de un lado para otro y se muestra feliz.


- Es ella
- ¿Seguro?
- Completamente
- Pues es un poco cardo ¿no?
- Qué dices... opérate tú también porque estás ciega.


Me adentro en un bar. Bebo cerveza. Esto ya no es del todo raro -me digo a mi mismo- porque la cerveza me gusta, demasiado. De hecho me hace sentir feliz y expresar cosas que no siento. Así de traicionera es, qué le voy a hacer.


- Es grande la cerveza de aquí
- ¡Ya te digo!
- No se por qué pero me da que no estamos en Madrid.
- ¿Y eso a qué viene ahora?
- En Madrid es imposible encontrar una cerveza tan grande, a tan poco precio y con esta buena música de fondo.


(Me levanto como un rayo)


- ¿A dónde vas?
- Voy a buscarla
- ¿A quién?
- ¿Pues a quién va a ser?
- Otra vez la misma mierda... ¿Pero estás seguro de que es ella?
- Te he dicho que sí, estoy convencido.


Ya es de noche y no hay rastro de ella. Una vez más la he perdido. No tendré más remedio que despertar y hacerme a la idea de que jamás daré con ella. Hace poco tuve la misma sensación. Parece como si estuviese a un palmo de mi cara y no me diese cuenta. Habrá más días, o mejor dicho, más noches de profundo sueño y máxima inquietud para que mi cerebro intente encontrar la calma que tanto ansía.


(En ese bar ya no hay ni un mínimo de distorsión. Sólo se escucha un piano cuya melodía va siendo cada vez más monótona y agónica)

viernes, 25 de noviembre de 2011

Quedará siempre en mi espalda


Como esa cicatriz que deja su señal para toda la vida. Ni los gatos negros son a veces capaces de ser señal de mal augurio. Estamos condicionados a ser marcados en cualquier momento. Más o menos como a los judíos en la Segunda Guerra Mundial, que les ponían un número.


Hemos cambiado el chip, estamos en otro nivel del juego. Todo lo que al principio tenía algo de sentido ahora es totalmente paranormal (o igual el paranormal soy yo). Ya no somos principiantes, conocemos bien todo. Somos capaces de predecir hasta el más mínimo detalle sin que este haya sido visto antes.


Por tanto, permitirme que me adelante un par de niveles en el juego. No es hacer trampas, ni mucho menos. Soy incapaz de hacer trampas. Mentir sí, aunque cada vez menos. La pirámide se estrecha. A medida que vamos avanzando en nuestra querida montaña, dejamos atrás ese cartel que ponía "seguirán las huellas de lo que en su día fui" para adentrarnos en la parte más peligrosa: "seguirán las huellas que dejaré a mi paso marcando el camino que lleva al fracaso".


(a ti te voy a contar lo puta que es la vida...)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Mil arrugas



A este paso seguro que sí...


FELIZ JUEVES

lunes, 21 de noviembre de 2011

Rocas


Como en el buen cine de comienzos del siglo XX, a veces es mejor que el color se ausente durante algunos minutos. Es necesario no enseñar demasiado el color, ya que si acostumbras a mostrarlo con frecuencia saturarás.


Exactamente igual pasa con las rocas. Son grises, apenas tienen color. ¿Pero es que alguien ha olvidado que el gris también es un color? Aquí se halla el problema. Creemos que la viveza de las cosas está en mostrar la intensidad y a veces nos perdemos en tanta gama.


(Cuando se rompe algo que es duro suena mucho más fuerte)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Victim of fate



Todos en algún momento somos víctimas del destino. Sin quererlo, te ves atrapado en la velocidad. Sí, la velocidad del tiempo que pasa mientras tú mismo la superas con creces. Vas tan rápido que apenas te importa lo que te lleves por delante, aunque sea tu propia felicidad la que esté en juego.


¡Juego! ¡Esa es la palabra! Todo es un juego en el que libremente decidimos participar siendo conscientes de que en algún momento podemos perder. Y en vez de poner “Game Over” lo que nos sale en nuestra pequeña pantalla mental llamada ignorancia es “Error, víctima del destino”. 


Un juego que consiste en llegar al cielo, y cuando crees que por fin lo has alcanzado te chocas de cara con el destino. Resulta raro, porque antes sólo te chocabas con el muro de la realidad y creías que era lo más duro, pero sin duda este juego lo supera con creces. La diferencia es que antes el muro de la realidad podía ser derribado a poquito que uno pusiese de su parte (bueno, a poquito no, a bastante). Sin embargo, ser víctima del destino no tiene vuelta atrás posible. Es lo que hay, y lo que hay es convivir con el juego hasta que la barrita del superhéroe (o superman, para ser mas exactos) llegue a su fin. 


FELIZ JUEVES

jueves, 3 de noviembre de 2011

Dream on


Lluvia, nostalgia e incluso temor. Lo bueno de los sueños es que siempre tienes la posibilidad de escapar de ellos si no te gustan únicamente con despertar. El problema es cuando un sueño es demasiado bueno como para ser real.


Entonces sabes que algún día despertaras con la mayor relajación del mundo y empezarás a angustiarte porque todo lo que pensabas que era real, era exclusivamente eso: ficción cerebral. Llega un punto en que todo es literatura. Lo tenías al alcance y o dejaste escapar. Te metiste en un jardín con bonitas flores pero lleno de espinas


Mirarte al espejo y preguntarte “¿este soy yo?”. Demasiada incertidumbre para luego obtener respuestas demasiado simples. Nunca es suficiente. Mezcla de sensaciones: por un lado, añoranza y por otro tranquilidad. Sin duda puede la añoranza, porque la tranquilidad también sería parte de ella. Para el que llora y para el que ríe, ambos son la misma sensación.


FELIZ JUEVES

viernes, 28 de octubre de 2011

Cocido español

La democracia española es como un cocido, un sistema en el que entran todo tipo de alimentos que, juntos, puede parecer que darán mejor sabor al plato pero que, con el tiempo, resultan perjudiciales para el estómago. Nuestra receta se basa en creer que España es una ‘nación de naciones’. Este juego de palabras, complejo donde los haya, es como nos define nuestra sagrada e intocable Constitución, con permiso de la diosa suprema Angela Merkel.


Por hacernos una idea, el panorama en España está de la siguiente manera: el gobierno que preside la nación es, supuestamente, un gobierno socialista. El sistema de las autonomías, que es un modelo más bien liberal que socialista, es el que da sabor a nuestro cocido aunque provoque más de un corte de digestión a alguno. Por otra parte, es conveniente señalar que aunque España tenga un gobierno socialista (caracterizado por los recortes sociales), la mayoría de sus comunidades autónomas están gobernadas por el Partido Popular desde el pasado 22 de mayo.


Nación de naciones
Volvamos a la idea de ‘nación de naciones’. Si lo que se intentó en 1978 fue desplazar el concepto de España como ‘Una, Grande y Libre’, tres décadas más tarde lo que se ha conseguido es que la definición del Estado Español sea todo un eufemismo. Es mucho menos ofensivo decir masajista que prostituta, al igual que queda muy bonito y elegante decir acompañante cuando en realidad se trata de un chapero. Algo similar ocurre con nuestro país. Si tantos cambios queremos, con todo lo del 15-M de por medio (que algunos ya no saben ni lo que piden), va siendo hora de hablar con propiedad y no seguir engañándonos en algo tan sencillo como es una propia definición. Una nación de naciones es algo imposible, una contradicción en sí misma y una copia barata del modelo de república federal.


Nacionalismo e independentismo
Ambas corrientes están muy presentes en nuestros días y, aunque no lo parezca, se asocian constantemente en un mismo objetivo: conseguir su propia soberanía. Centrándonos más en el nacionalismo y el independentismo vasco, resulta curioso observar la gran unión que muestran muchas veces Bildu y el PNV siendo ideologías completamente dispares.


Mientras que el independentismo se aleja por completo del Gobierno central, el nacionalismo sería incapaz de subsistir sin él, ya que es éste quien reparte sus competencias. En ese sentido el independentismo, al menos en teoría, es mucho menos hipócrita, si se me permite decirlo, que el nacionalismo, ya que únicamente busca su propio bien dentro de su pueblo y sin querer tener nada que ver con el Estado al que pertenece territorialmente. Sin embargo, el nacionalismo en general, y más en España, se muestra siempre al sol que más calienta. Un claro ejemplo es Josep Antoni Duran i Lleida, que como suele decirse, puede ser tu mejor amigo o tu peor pesadilla.


Los otros ingredientes
Para completar el cocido español, no podían faltar las fuerzas minoritarias, de las cuales muchas de ellas se dicen en contra del sistema pero siguen perteneciendo a él. Un caso que resulta realmente peculiar es el de Izquierda Unida. El grupo de Cayo Lara no está de acuerdo con la monarquía, y a consecuencia tampoco con la bandera. Apoya un sistema económico totalmente desligado al que está establecido en España, y en casi todo el mundo. Y aún así, día tras día, congreso tras congreso, no cede en sus quejas hacia el sistema estando cada vez más en su interior.


Este es el cocido español, seguramente explicado muy por encima y con algún que otro ingrediente por añadir, pero con una única conclusión: Para bien o para mal, la democracia es como la viña del Señor, entran todos.


[Artículo sobre la situación política española. Octubre 2011]

jueves, 27 de octubre de 2011

No one like you



Es curioso cómo esta canción, que apareció de la nada una noche tranquila y agradable en uno de los sitios donde más a gusto me siento, se fue convirtiendo en una clara señal de aviso hacia la angustia, la desconfianza, el recelo y la incertidumbre.


Efectivamente, no hay nadie como tú. Para bien o para mal, es así. Largas esperas que producen un temor indescriptible se arreglan cuando suena Smells like teen spirit. Ya, sé que estamos hablando de esta canción de Scorpions, pero no importa. Además cuadra perfectamente mezclarlas ambas porque la una lleva a la otra inconscientemente.


Esperaba a las noches por ti. A veces funcionaba y otras no, hasta que una noche todo cambió. Era tarde, pero daba igual. Es como cuando ya has puesto medio pie en el precipicio, no tienes vuelta atrás y sigues. Tu futuro depende de ti y aunque notes que estás haciendo el loco, continúas.


Esta canción sólo me avisó. El resto ya lo hice yo. Que bonito placer el de equivocarse. Es como esa noche fresquita de abril o mayo en la que no sabes si ponerte o no la chupa por temor a abrasarte o congelarte cuando salgas .


FELIZ JUEVES

jueves, 20 de octubre de 2011

Anarkía


Empecemos suave. Anarkía de Piperrak es una canción simple donde las haya. Sólo tiene tres acordes y su letra no es que sea poesía precisamente. Pero a mi me traslada una sensación de rebeldía y de ganas de escapar de todo que se aleja más allá del mero hecho de vomitar por las esquinas cuando algo no me gusta.


Me remonta a hace dos veranos, a aquellos meses de julio y agosto en donde, sin saber por qué, me topé con un puñado de letras negras Comic Sans con las cuales me sentía identificado a pesar de yo usar Tahoma morada.


En su día, cada vez que sonaba esta canción me hacía sentir remordimientos. ¿Por qué? En el fondo sí lo se pero no me gusta admitir nunca mis errores. ¿Para qué admitirlos si tu conciencia siempre va a estar ahí para recordártelos? Es mejor vivir como si nada y que cuando suene cierta canción se te pasen por la mente ciertos pasajes de tu vida en diapositivas.


FELIZ JUEVES

miércoles, 19 de octubre de 2011

Canciones prohibidas


Esta nueva sección que nada tiene que ver con las reflexiones, los relatos cortos ni con los ensayos políticos se llamará Canciones prohibidas, y aunque su nombre haga referencia al séptimo disco de Extremoduro tampoco tratará sobre el mismo.


¿De qué va esto? Muy fácil. Cada jueves pondré una canción, cualquiera que se me pase por la cabeza. Digamos que será una canción que habrá acabado en este blog por obra del destino. ¿Y por qué los jueves? También sencillo. Desde hace tiempo los jueves han dejado de ser lo que eran. Ya no recuerdo la última vez que el jueves fue verdaderamente jueves.


Canciones prohibidas durará exactamente hasta el 22 de diciembre. Fecha extraña e insignificante, ¿verdad?. Puede que para muchos lo sea, pero para mí, que soy el que ha creado esta absurda historia, no podría acabar otro día. Además, acabo de verlo ahora mismo y también cae en jueves. ¿Casualidad? Por supuesto, aquí todo son casualidades.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Limpiaos un poco


Como si fuesen gotas de agua se camuflan en el río fingiendo ser parte del caudal, pero saben muy bien que no lo son. Sí, queridos ignorantes, para ellos es sólo un juego divertido e incluso placentero. Por tanto, permitidme que me ría de su supuesto arte y mire con una mezcla de indiferencia y mal humor sus brillantes composiciones.

Mejor insinuar que enseñar, eso lo pienso así desde que tengo uso de razón. Es incluso más limpio y elegante, ya que todo de golpe puede saturar nuestra insaciable vista. Hablando de la vista, que poquito cuesta que a uno le vean a pesar de que vaya dejando ciego al otro; pero cuando es otro el que enseña algo entonces ya saltan las alarmas.

¡Pero qué tenemos aquí! Un indudable gesto de cinismo, hipocresía y contradicción. Lo que en un principio parecía arte, ahora como por arte de magia se convierte en suciedad y en quemadura de estómago. Y es que no hay nada más evidente que nada duele hasta que te toca de lleno. Es como esa farsa de “sé como te sientes”. Realmente no, no tienes ni puñetera idea de cómo me siento. Es tan sencillo como que uno no es capaz de saber cuánto duele una toba en la oreja en pleno diciembre a menos que también la reciba.

Hemos llegado al culmen del aprovechamiento de la belleza. Ya todo vale, hasta aquellos que parecen ir con buenas intenciones están contaminados. Suerte que yo los cazo al vuelo, porque la única forma de saber si algo está sucio es haber vivido algún tiempo en la suciedad.

(para el amante de la simpleza, hay una línea muy fina entre lo erótico y lo sucio)

lunes, 19 de septiembre de 2011

Siempre dentro de mí


Al igual que la tranquilidad llegó un punto en que se puso nerviosa y se fue, tú también tendrás que hacerlo. No te aguanto, siempre estás ahí y no te vas ni a tiros.

Escribo, toco canciones, veo la tele, intento dormir e incluso "dibujo" (lo pongo entre comillas porque yo no tengo ni pajolera idea de dibujar) y aún así ¡sigues ahí!

Maldita la hora en que llegaste a mi vida. Últimamente nada funcionaba para que te largases. Lo único que servía era hablar con la tranquilidad y esperar a que con sus palabras sin sentido mi angustia más o menos se calmase. Pero ya no está, se fue (y con razón, demasiado duró conmigo).

He llegado a la triste pero real conclusión de que sólo el tiempo puede sustituir a mi tranquilidad. Pasa un rato, si hay suerte son segundos, pero pueden llegar a ser horas, y entonces por fin se va. Pero siempre vuelve, ¿por qué? porque siempre está dentro de mí.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Como un huracán


El huracán se lo lleva todo por delante, ese es su trabajo. Ha nacido exclusivamente para eso. Cuando todo parece tranquilo y en orden, aparece con su fuerza bruta acabando con todo lo que hay a su paso. No le importa el qué, la cuestión es que lo hace y punto.


¿Y las consecuencias de su acto? En el momento en que actúa no ve nada más que lo que tiene que hacer: acabar su tarea. Sea lo que sea, lo haga como lo haga y destroce a quien sea, lo hace. Injusto, ¿verdad?. Aunque por otra parte, tampoco sería justo juzgar el acto del huracán ya que es simplemente eso, fuerte viento.


Lo preocupante es cuando una persona a sabiendas de que se está llevando por delante a otra sigue mostrándose como un huracán. Por mucho que pueda afectar a la otra, se comporta así porque es lo que tiene que hacer. A esa preciosa frase de “es lo que hay que hacer” habría que añadirle “a pesar de lo que pueda ocurrir”.


Sin embargo, en algún momento el huracán tendría que reflexionar y pensar que no sólo importa su cometido, sino también lo que pueda acarrear hacerlo. Si pudiese hablar con el huracán le diría: “Muy bien, ya lo has hecho, te felicito. ¿Y ahora? ¿Te sientes mejor? Si verdaderamente te sientes bien, sigue por ese camino, arrasando todo lo que haya a tu paso por mucho que sea el daño que puedas causar. No tendrás ningún problema en hacerlo ya que “es lo que hay que hacer”. Lo dice en tu código del buen hacer.


Para una mente reflexiva y empática es difícil asumir esto, pero no queda otra. El huracán ha actuado. No es la primera vez que lo hace, aunque es cierto que muchas veces deja daños prácticamente irreparables, otras simplemente deja una pequeña huella.


Pero por mucha fuerza que sople el huracán, a veces se topa con ciertas rocas que son inmovibles. Además, esta roca es muy inteligente (o tremendamente tonta) porque sabe que el huracán soplará con fuerza, y entonces se protege para no ser arrollada. Quizás el gran error de la roca sea no actuar nunca como un huracán para que éste se sienta roca. Entonces entendería lo mucho que cuesta permanecer quieto cuando el fuerte y desagradable viento sopla con fuerza sobre su ser.


(Como un huracán. Se lleve lo que se lleve por delante da igual, porque a las rocas no hay quien las mueva).

lunes, 22 de agosto de 2011

¿Te falta algo?


- Ya tienes todo lo que quieres - le dijo el demonio al ángel.
- Sí, es todo cuanto deseaba y amaba. Uno de los tesoros más preciados por los animales soeces y simples de la selva es mío. Únicamente mío.
- Cuídalo, porque ningún tesoro brillará más que este que acabas de conseguir como por arte de magia.
- Lo protegeré con mi vida, pese a que muchos asquerosos pretendan ensuciarlo.
- Entonces sólo tengo una cosa más que añadir: ¡Sal de este caluroso infierno y ve al cielo! Y sobre todo, se felíz.
- Lo seré, estoy seguro de que algo que se ha hecho esperar tanto tiempo habrá valido la pena.

Estoy en el cielo. Soy el más afortunado del planeta y, sin duda, el ángel que ha logrado llegar al cielo habiendo estado largo tiempo en el infierno. Parecía imposible pero al final se cumplió. Cuando parecía que la angustia jamás acabaría, nació derrepente un sueño que derrumba la dichosa, enervante, fría y anterior realidad.


Y aquí me encuentro, en mi propia felicidad. Lo que anteriormente me servía para evadirme de mi propia miseria marcada por el destino, ha llegado a su fin. Y llegó a su fin desde que ascendí al cielo, porque en él está todo. El tesoro lo es todo. No existe otra cosa más que su brillo. Y aunque haya otros tesoros, para mí sólo brilla el que tengo (pobre ingenuo, rezan otros ángeles desde la lejanía).

No me falta nada, lo tengo absolutamente todo. Quizás tranquilizarme, pero no lo veo justo. ¿Que me tranquilice? ¿yo? Estoy totalmente tranquilo conmigo, con mi conciencia, con mis actos y con mis pensamientos. No tengo nada que ocultar. No miento, siempre digo la verdad. Soy incapaz de mostrar una cara que no me salga en ese momento, al igual que todo lo que hago lo hago de corazón. Porque verdaderamente lo siento. No me hacen falta palabras tranquilizadoras, yo ya estoy tranquilo. ¿Y tú, lo estás? No deberías estarlo mucho cuando por muy poco que te importen e interesen esos sucios animales, sigues visitando su selva de vez en cuando a mis espaldas.

Como ya he dicho, no me falta nada. Lo tengo todo. Me sobra el resto. ¿Y a tí? ¿Te falta algo? ¿Es que necesitas visitar el mundo de los simples para sentirte el tesoro complejo que realmente eres? Si es así me decepcionas por muy brillante que seas.

Una persona (o un ángel, por seguir este absurdo cuento que me he montado) podrá esconderse y mentir a la otra, pero nunca podrá engañarse a ella misma. Los actos de cada uno quedan en la conciencia de cada uno, y todos sabemos lo que hacemos. Yo estoy tranquilo, porque mi transparencia es absolutamente completa aunque no sea un tesoro tan bello como tú.

jueves, 4 de agosto de 2011

Sucios


Todos esos que se las dan de diferentes, extravagantes y abiertos a todo tipo de perversiones mentales me gustaría que algún día se diesen cuenta de lo tremendamente cobardes e hipócritas que son. Qué fácil es presumir de algo desde el otro lado de la pantalla.

Claro, está la protección de que nadie podrá hacer de tu supuesto mayor sueño tu peor pesadilla. Qué divertido resulta jugar cuando eres tú quien domina los mandos ¿verdad?. Sin embargo, un día te encontrarás en un espacio reducido, con las manos atadas, una venda en la cara y ya no tendrás el control. Sencillamente porque no tendrás la opción de seleccionar los juegos que más te apetezcan en ese momento.

Alguien te demostrará que todo aquello que durante un tiempo fingiste que te gustaba no es tan morboso ni divertido como en su día pensaste. Entonces querrás pinchar en la parte superior derecha de tu pantalla esa cruz que tantas veces te ha salvado el culo (perdón por la vulgaridad). Pero ya no podrás. ¿No era lo que te gustaba? ¿No tenías tanta facilidad para hablar de ello? Pues ahora puedes vivirlo en carne y hueso.

Pobres almas infelices que necesitan aparentar ser el terror cuando ellos son los primeros que se aterrorizan por todo. Podríamos denominarlos como sucios ‘light’. Es decir, son sucios hasta cierto límite. Si ven que la suciedad que tanto les gustaba es peligrosa entonces le dan al stop. Se queda todo en pensamientos. No van más allá porque es todo una mascara lo que llevan y el día que se la quiten tendrán vergüenza de mirarse al espejo.

- Esto es muy raro.
- Te gusta lo raro.
- (…) No tan raro.

(La falsa excentricidad es la mayor de las simplezas)

lunes, 1 de agosto de 2011

¿Cuánto? Todo


Cobardía, miedo, temor, timidez, pusilanimidad, apocamiento, traición, deslealtad, engaño, ingratitud, infamia, vileza, insidia, injusticia, maquinación, conjura, conspiración, egoísmo, egocentrismo, individualismo, codicia...

Es un gesto tan poco humano que sólo tendría justificación en el niño ingenuo, inocente y lleno de maldad (inconsciente) que todos llevamos dentro. Aún así, tampoco merecería el perdón ni la aceptación por muy masoquista que uno pueda mostrarse a veces.

Es comparable con quien parece ser tu ángel y a la hora de salvarte te deja caer por el más hondo de los pozos. Pero antes respiras, meditas, sacas tus propias conclusiones (erróneas seguramente) y quitas el brazo justo cuando las incomodas inyecciones pretenden traspasarlo con altas dosis de realidad.

Incluso a la plena felicidad momentánea le vigila la preocupación. ¿Nunca te vas a ir? ¿Siempre vas a estar presente? ¿Por qué eres así? Preguntas, preguntas y más preguntas. ¿Para qué? (¡otra pregunta!) Para seguir igual.

No tengo nada meditado, todo lo hago desde dentro. No calculo, no pienso (quizás ese sea el problema). Me dedico únicamente a dar porque es lo que me sale en ese momento. ¿No creo que sea tan difícil de entender, no? Descubrir que todo es una película llena de grandes actores y que uno ha sido el principal protagonista sin darse cuenta sería digno de suicidio.

(por muy bella y barata que parezca, la mentira es la más fea de las prostitutas).

lunes, 25 de julio de 2011

Ellas seis

Ellas me regalan los oídos, me hacen oír todo lo que quiero escuchar. Jamás harán nada que no quiera. Cada una a su forma me complace. Unas más intensamente, otras con más calma y otras a veces parece que no tienen ganas, pero al final siempre acaban haciéndolo.

Cuando me encuentro en lo más profundo de mi insignificancia y dejo de sentirme especial, recurro a ellas para que al menos me hagan creer que le importo a alguien. Ya que son seis, alguna tendrá que darme la respuesta tranquilizadora que mis irregulares respiraciones buscan con ansia y angustia.

Sé que siempre están ahí. Sé dónde encontrarlas. Son mis esclavas y cada una a su forma me hace alejarme de un mundo en el que a veces me siento especial para ir al que verdaderamente quiero.

Son, sin duda alguna, las únicas seis capaces de calmar toda mi angustia, mi paranoia mental medianamente justificada y mis fuertes latidos de corazón. Opinan como yo, me entienden y jamás hacen sentirme un arlequín. Soy yo quien recurre a ellas, quien las domina y quien decide el tiempo que quiere pasar junto a ellas. Soy yo quien manda, pero sólo con ellas.


(esperando que suene 'Smells like teen spirit')

jueves, 14 de julio de 2011

Continúe por favor


¡Que viene! ¡que viene! Lo malo de tener a una persona de espaldas es que no puedes mirar sus ojos para ver lo que verdaderamente expresa. ¿Tendrá miedo de ser atropellada? Yo creo que no. De hecho, a simple vista puede parecer que incluso está deseando que llegue el tren.

Ya han pasado muchos trenes por su propia carretera de peaje. Siempre tiene un cartel luminoso que dice “pasen y vean, por aquí entra cualquiera”. Jamás tanta simpleza había abarcado semejante complejidad. Es como juntar la razón con el impulso. Contradicción es lo que demuestra, se cree una cosa (y lo es) pero luego hace otras (porque quiere).

Por tanto, lo es porque quiere.A veces no importa a cuanta velocidad venga el tren porque si deseas cogerlo lo vas a coger. No sirven excusas ni lamentos, al final cada palo tendrá que aguantar su vela. El río siempre lleva al mar, la lluvia siempre te acaba mojando (vulgarmente dicho como “antes de llover chispea”); todo esto lleva a una única y universal conclusión: la verdad siempre sale a la luz.

Dentro de lo diferente que pueda resultar alguien, al final no deja de ser un animal más de la jungla. Así que si verdaderamente te crees diferente, deja de actuar de manera simple. Lástima que al final siempre actúes como un guardia al que le cuesta poco perdonarte la multa diciendo que continúes.

(¿palabras tranquilizadoras para un imbécil o es el imbécil quien se tranquiliza con las palabras?)

sábado, 9 de julio de 2011

El mendigo y la princesa (4)

La princesa comprendió que su actitud no había sido la correcta y se avergonzaba de sus celos ya que se dio cuenta que el mendigo la amaba con toda su alma. Durante horas, buscó entre las calles al mendigo, pero este no aparecía. La princesa estaba cada vez más inquieta pensando que había perdido al gran amor de su vida.

Desconsolada, miró al cielo y vio una estrella que brillaba más que el resto. Siguió su camino y encontró al mendigo sentado en unos escalones medio rotos. Estaba llorando y hundido. La princesa se acercó a él y le dijo: - Perdóname mi amado mendigo. He sido una egoísta. Jamás volveré a dudar de usted porque se que su amor es verdadero, al igual que lo es el mío hacia usted.

El mendigo no pudo evitar abrazar a la princesa y al igual que la primera vez, la perdonó. No importaba nada del pasado porque lo único que le importaba era ella y nada más que ella. La quería y eso era lo único relevante. Caminaron juntos sin saber la dirección.

De pronto, el mendigo se dio cuenta que había pisado algo. Era la flauta. Cuando se agachó a recogerla calló en la cuenta de que el sitio en el que estaban era el mismo en el que ambos se habían conocido aquella noche de invierno. Se fueron de allí bajo la atenta mirada de la luna sin más objetivo que el de vivir felices el uno con el otro.


FIN
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(El fuego quema mucho al principio. Parece que nunca desaparecerá... y cuando menos te lo esperas, se va reposando su calor infernal en lo más profundo de la tranquilidad).

viernes, 8 de julio de 2011

El mendigo y la princesa (3)

El mendigo se fue corriendo, herido porque la princesa le había ocultado la realidad. Pasaron muchos meses y en la mente del mendigo siempre estaba el rostro de la princesa. No podía quitársela de la cabeza. Intentó odiarla, pero era incapaz. Incluso a veces se acercó tímidamente a los alrededores del palacio solo para verla. Contemplaba a lo lejos la infelicidad de la princesa, pero no podía hacer nada. Ella estaba con su prometido. El mendigo pasó los peores meses de su vida. A punto estuvo de abandonar la ciudad, pero siempre su rayo de esperanza se lo impedía.

Una tarde y de la forma mas inesperada la princesa fue hacia él. Le dijo que había abandonado el palacio y al príncipe. No aguantaba más, ya que con quien verdaderamente quería estar era con el mendigo. A pesar de todo lo ocurrido, el olvidó todo ya que sus ganas de estar con ella eran superiores a su dolor. Ella prometió serle fiel, amarlo para siempre y ser él su único príncipe a pesar de la diferencia social entre ambos. Vivieron durante tiempo felices, acaramelados en un sueño sin fin. Para el mendigo todo era ideal. Es como si todo lo que durante tiempo deseó se hubiese hecho realidad.

Llegó el verano y, como cada año, el grupo de plebeyos hacía una fiesta en la que se reunían todos los mendigos de las distintas calles de la ciudad. El mendigo estaba deseando presentar a su amada princesa a todos sus amigos plebeyos. En la fiesta, el mendigo daría un recital de flauta, algo que motivó aún más a la princesa para asistir a la fiesta. Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar de rumbo. Los celos y el orgullo mal llevado de la princesa no tardaron en llegar. Se puso paranoica con que todas las plebeyas querrían acercarse a su amado mendigo, algo que no tenía sentido ya que si alguien era deseada por todos esa era la princesa.

El mendigo estaba incomodo porque su amada no confiaba en él. Al comenzar su actuación, el mendigo fue incapaz de salir de su asombro. No solo había aguantado durante la fiesta los celos injustificados de la princesa sino que tuvo que observar en su propia cara como algún otro mendigo e incluso ciertas plebeyas se acercaban a la ella con el fin de seducirla.

Al acabar su actuación, el mendigo se acercó a la princesa y delante de todos la dio un largo y caluroso beso con el fin de demostrarle su amor. Entristecido por la desconfianza que había mostrado en él la princesa y por la situación en general, el mendigo tiró su flauta muy lejos y se fue mientras el cielo se hacía cada vez más oscuro.


CONTINUARÁ...

jueves, 7 de julio de 2011

El mendigo y la princesa (2)

Estuvieron caminando horas y horas. Parecía como si el tiempo no fuese con ellos. Se detuvieron en un callejón oscuro y deshabitado. No era un sitio precisamente bonito, pero en ese momento no importó0.. Ante la luz de la luna, el mendigo y la preciosa dama se besaron apasionadamente. Pasado un rato, la dama se apartó suavemente del mendigo y le cogió de sus protectoras aunque manchadas manos.

- Tengo que irme ya, es muy tarde.
- Parece que no haya pasado el tiempo, querida. Le acompañaré a su casa.
- No es necesario, además está un poco apartado.
- No importa. Recuerde que soy un mendigo, puedo pasar la noche en cualquier sitio.

El mendigo acompañó a la dama. Desconocía el lugar por el que transitaban, pero lo que estaba claro es que nada tenía que ver con los lugares que solía frecuentar él. De repente, y para sorpresa del mendigo, se detuvieron en un enorme palacio.

- Ya hemos llegado, aquí vivo.
- Un momento… ¿usted vive en este palacio?
- Sí
- Entonces es usted… ¡una princesa!
- Me temo que sí.
- Pero… si es una princesa entonces su príncipe le aguarda ahí arriba.
- Así es. Debo ir con mi prometido.
- ¿Por qué no me ha dicho nada?
- No quería estropearlo. Me estaba cautivando con su ternura y su manera de ser. Créame, no he podido evitarlo.
- ¡Ha jugado conmigo!
- No es así. Sé que tendría que habérselo dicho, pero si lo hubiese hecho no habría tenido la oportunidad de pasar la mejor noche de mi vida.
- Que sea un mendigo no implica que no tenga corazón…


CONTINUARÁ...

El mendigo y la princesa (1)

Era una estrellada y fría noche de invierno. El mendigo llevaba días sentado en el suelo sin hacer otra cosa que contemplar la indiferencia de la gente que paseaba a su alrededor. Pero esa noche todo cambió. Como si una potente llama recorriese su cuerpo, decidió levantarse para dar un paseo por las oscuras calles de la ciudad.

Anduvo largo camino, siempre guiado por su estrella. Pasase lo que pasase, jamás le abandonaba. Cuando se decidía a volver a su calle se cruzó en su camino a una dama. Era elegante a la par que sensual. Sin saber por qué, el mendigo sintió la necesidad de hablar con ella.

- Disculpe señorita, ¿se ha perdido?
- No, ¿por qué lo dice?
- Me resulta extraño ver a una mujer con tanta clase por este lugar. Es peligroso.
- ¡Oh! Que amable es usted. ¿Y por qué opina que corro peligro?
- Bueno, ya sabe… aquí la gente es, ya sabe… ¡como yo!
- ¿Como usted?
- Sí, yo soy un mendigo.
- Lo sé. Pero es usted educado y cortés. No le temo, sino al contrario.

El mendigo se quedó callado, Quizás fuese la mirada de la dama, su dulce voz o simplemente su belleza, pero en cuestión de segundos el mendigo se había enamorado locamente de ella.

- Y bien señor mendigo ¿qué le parece si damos una vuelta por aquí?
- Eso sería fantástico. ¡Le enseñaré todas las calles que habito!



CONTINUARÁ...

martes, 5 de julio de 2011

En mi comuna


No hay odios ni rencores, sólo paz y comprensión.
El tiempo no existe, lo marcamos tu y yo.
Aquí no está permitido crear muros de falsedad, que es al fin y al cabo lo que son.
La angustia no es más que la desconfianza hecha imaginación.
El miedo no existe, es unicamente la excusa de los debiles.
No ha prisa, todo llega (o no).
Este es el reino de la tranquilidad, donde todas nuestras miserias reposan en un caldo espeso.






(Este es mi mundo y nadie ni nada lo va a cambiar)

lunes, 27 de junio de 2011

Tigres



Tigre… Está tumbado, con calma. Es tranquilo, no se altera por nada y rara vez se adelanta a los acontecimientos. Lo tiene todo bajo control (por lo menos lo que respecta a él mismo). Deja pasar el tiempo, no hay prisa. Sí, efectivamente, las horas no tienen importancia. Espera su oportunidad mientras contempla con desgana el desquicie del resto. Nada le afecta y nada le sorprende ya que lo ha visto casi todo.

Aún así, está seguro de que le quedan cosas por comprobar. Está mas que seguro de que por muy tranquila que parezca la jungla, hay ciertos días señalados en los que verá cosas. ¿Qué cosas? Pues cosas, tesoro, cosas. Lo que jamás sentirá es odio. Es tan sumamente comprensivo y pacífico que nunca deseará el mal a nadie. Sería capaz de involucrarse con el mismo diablo si ve algo de bondad en él (algo, por mínimo que sea).

El odio no es más que un sentimiento de impotencia que invade tu cuerpo y te hace actuar de manera rabiosa y desproporcionada. Pero ante todo, calma y educación, que para algo somos animales y vivimos en la jungla.

Algún ignorante pensará que el tigre es incapaz de ver las cosas y que cuando las ve perderá el control. Pero no es así. El tigre observa detenidamente desde su miopía, y aunque vea nubladamente se percata de todo. Se traga sus ganas de comerse a la presa que invade su terreno y permanece impasible ante la situación porque sabe que es lo mejor.

Está siempre calmado y su calma es prácticamente infinita. Pero cuando esta se acaba… zas! Te mete un zarpazo y acaba contigo. Pero rara vez ocurre esto, él procura mantenerse en su universo (Across the universe, porque nothing’s gonna change his world). Así es.


(El tigre se va a dormir, pero de vez en cuando abrirá un ojo para ver si algún otro animal intenta tantear su terreno. Y en caso de que eso suceda ocurrirá lo que todos temen)

miércoles, 22 de junio de 2011

Sombras


Sombras... tan cobardes de temer a la oscuridad que acceden a ella sin pudor alguno de dejarte con una mano delante y otra detrás. La sombra es sabia. Sabe qué ocurrirá, cómo irá el cauce del río y si finalmente desembocará en el mar.

Me engaña, me hace creer que la tengo siempre conmigo, pero no es así. Y de repente, ¡aparece! Me hace sentir especial por estar conmigo y que nadie más pueda invadirnos, por grandes que otras sombras sean. Pero la oscuridad es su perdición, y se que volverás a irte (te hablo de tú porque, al fin y al cabo, eres parte de mí).

Así es su juego, sólo ella decide. Cuando está junto a mí me hace ver la vida de otro color, pero ella prefiere el negro, no lo puede evitar. Se pierde en lo más profundo de la oscuridad y solo ella sabe lo que hace ahí y con qué otro amo está.

Cuando vuelve hacia mí, me mira con ojos de miel y me calma con su simple mirada. Está conmigo, confío en ella, aparece cuando la necesito y no me abandona. Es solo una sensación mía, errónea, como miles de las que tengo. La oscuridad es únicamente una broma pesada del pensamiento.


(todo es normal, y si no es así, yo mismo apagaré la luz)

jueves, 9 de junio de 2011

Durmiendo no, descansando


Una de las voces más bonachonas que he escuchado. “Buenas noches”. Educación ante todo. Sin embargo, su verdadera cara es violenta e insensible. Su mente, perversa y lasciva. Sus ojos lo dicen todo. Podría matarte con la mirada… suerte que los ojos aún no son capaces de soltar balas por muy asesina que sea su mirada.

Se detiene fijamente y observa a sus presas. No hay nada peor que actuar con la mente, ya que a diferencia de la realidad, no hay quien la pare.
- ¿Durmiendo, no?
- No, descansando
- Yo acabo de dormir.
- Me alegro
- ¿Vienes de juerga?
- Sí… oye tío ¿qué quieres?
- Nada.
- ¿Eres un enviado o algo parecido?
- No creo.
- Entonces déjame y lárgate.

Bajito, con barba, de negro hasta arriba y feo como él solo. Claro, es feo porque hace cosas feas. Se fue, pero ellas le recordarán. En sus manos ha abarcado la desesperación y parece no importarle demasiado. Se va desafiante. Hoy ha dado con la horma de su zapato: la risa nerviosa. Pero volverá. Siempre vuelve. ¡Corre si puedes!


(el vacío sólo puedes llenarlo tú)

jueves, 26 de mayo de 2011

Sal de mí


Condenado a un cerebro enfermo. A mi nadie me engaña (primer paso del autoengaño). La sensación de que algo se te escapa y que hay unas enormes carcajadas de fondo que no sabes de dónde vienen. Hay alguien que conoce la realidad, pero por la razón que sea prefiere callarse. El silencio a veces dice más que cualquier palabra.

Ya no se quién es el ángel y quién el demonio (segundo paso del autoengaño). Invenciones mentales para justificar tu propia basura. Estás a punto de explotar, ya no sabes dónde meterte ni qué canción escuchar. Nada es capaz de quitarte esa sensación. Hay una voz interior que te dice: “¡Hazlo, no seas tonto!” Pero eres incapaz. Al final, le haces caso a la voz y acabas mordiendo la manzana. ¿O has mordido otra? Ya ni siquiera sabes si es una manzana.

Y cuando todo lo ves negro: Zas! ¿Qué es ese zas? No lo se (tercer paso del autoengaño) Siempre en el momento adecuado. Al poco rato encuentras otra señal que te advierte del peligro. Esta vez no. No me vais a volver loco, nadie. Ni siquiera tú… ¡así que sal de mi mente ya antes de que te eche a patadas!




(¡Zas! como me temía, así ha ocurrido... aunque tú ya lo sabías)


Ah... y los jueves tienen dos colores.

viernes, 20 de mayo de 2011

Ver sin observar


Hay que estar muy loco para estar parado durante horas como una roca. Pero ellos ven la realidad de otra manera porque al estar parados ven todo, lo bueno y lo malo, la realidad desde otra perspectiva. O igual la ven tal como es y somos los demás quienes la vemos de otra forma.

Mirar fijamente a un punto y verlo de diversas formas, sensaciones e incluso sentidos, solo está a la altura de quien verdaderamente contempla la realidad sin prisa.

Lo paradójico de todo es que nos creemos tan importantes que cuando nos ponemos frente a un mimo creemos que nos mira, cuando en realidad somos nosotros quien le miramos a él. El mimo siempre va más allá y nosotros nos quedamos a medio camino de todo. Miramos pero no observamos. Ese es el problema.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Idiotas


Siempre prometiendo cosas cuando toca. Son como niños, se portan bien un par de días con tal de que mamá les compre chuches. Vendiendo ilusiones que al final van a explotar en una bomba de mentiras.

Siempre lo mismo, dando esperanza a la gente para después chocarte con el muro de la realidad. ¿Confianza en ellos? Ninguna, pero por motivos que sobran. ¿Confianza en algo? Sí, en el propio cauce de la vida.

Siempre nos sentimos idiotas por algo. En parte es bueno, porque te hace reflexionar sobre si verdaderamente tuvo sentido eso en lo que creíste. Si no es así ¡bienvenido a la realidad!



(He empezado todos los párrafos con la palabra "siempre". ¿Casualidad? No creo...)

domingo, 15 de mayo de 2011

Todo está contaminado


Hay un lugar en donde no pasa el tiempo. Los minutos no existen, con mirar al sol y comprobar su intensidad es suficiente. Él es quien guía y, en definitiva, quien manda. Si se nubla no importa, porque sabremos que pronto volverá. O igual no, porque ¿quién podría negarse al placer de las nubes? Son muy posesivas y lo raptan cuando están necesitadas de cariño.

El sonido de las olas es musicalmente perfecto. No desafina nunca. Y lo mejor de todo es que no suena en ningún acorde determinado (ni siquiera en re menor como las flores), por eso es sublime. No hay otro objetivo que el que pasen las horas, no hay prisa.

Vamos a quedarnos tumbados, desnudos frente al mar, tirados en la arena hasta que anochezca; y cuando la luna salga, entonces haremos una hoguera en la que el fuego quemará todas nuestras miserias. No se queman los palos, sino nuestras almas. El sonido de las llamas es el silencio de nuestros corazones.


("Todo está contaminado por el dinero, pero aún queda la esencia de lo bueno")

miércoles, 11 de mayo de 2011

Bichos

Somos bichos. Tendemos a juntarnos con quien nos parecemos, con quien nos identificamos y en definitiva, con quien nos hace justificar toda nuestra basura interior. No es más que un apoyo. Jamás un perro se juntará con un gato. Aunque la cosa cambia si el gato tiene algo de perro o el perro algo de gato.

Es un acto de cobardía plantearse no estar con otro bicho por el simple hecho de que sea todo lo contrario del otro. Como el agua y el aceite. Pero en el fondo es así de triste. Por muy “progres” que nos creamos, todos tenemos un nazismo interno que nos impide avanzar más allá de nuestro propio muro.

Lo fácil es seguir siendo gregarios. Salir cuando toca, entrar cuando toca, estar con la gente que toca y hacer las cosas que tocan. Las cosas son por algo. Si no coges una rama es porque aún te gusta la otra. Por mucho que lo niegues, esto es así.

Báilale el agua tío, te va a dar igual…



"...me encuentro con mi hada, que está loca también
he vuelto a las andadas, he vuelto a enloquecer (...)"

martes, 10 de mayo de 2011

¿Qué ves?

Tras sus ojos se esconde una gran verdad que solo él sabe. Ve lo que hay, sabe lo que hay y lo que ocurrirá. Mira con recelo, sin fiarse, aunque deja la puerta abierta a la esperanza. Él sabrá lo que hace.

lunes, 9 de mayo de 2011

Hacer algo mal para sentirte bien

Miseria, estás siempre presente. Cada vez te odio más, y, como puedes ver, te hablo de tú porque no me mereces ningún respeto. Desde el principio de los tiempos empezaste a hacer a de las tuyas con la manzana de Adán y Eva. ¿Era Eva la culpable? Más bien Adán era un endeble. Probablemente su simpleza sucumbió a los encantos del mal. Era tan tonto, tan tonto, tan tonto que se creyó listo por un momento.

Todo empieza por la desconfianza. Tu corazón te dice que confíes, que la sinceridad está ahí y que sólo tienes que dejar de pensar. Por eso tantas preguntas: para no pensar. Es la única manera de encontrar un calmante momentáneo a la tortura mental.

Y cuando empieza a ser imposible que las preguntas relajen tu angustia interna e inexplicable (porque en el fondo, aunque tengas una leve noción de por dónde van los tiros, es inexplicable), pasas a plantearte otras cosas. Perder tu dignidad por otorgársela a otro. Sentirte mejor haciéndolo peor a veces es el único escape que tienes. ¡Que paradoja! Hacer el mal para sentirte bien.

Tener empatía con la miseria es lo peor que puede ocurrir, pero a veces no queda otra. Ponerte a su altura hará ver las cosas desde su prisma. Quizás viéndolo así se puedan entender muchas cosas y esa angustia desaparezca. No lo se (no siempre hay respuestas para algo que uno mismo dice).

lunes, 2 de mayo de 2011

Hay algo más

Los sueños, sueños son. ¿Y las ilusiones? ¿Son simplemente eso? En caso de que así fuese, sería absurdo vincular la esperanza a las ilusiones porque toda ilusión esconde algo de esperanza. Por poner un ejemplo, es una ilusión ganar la lotería, por lo que un mínimo de esperanza hay en ella; de lo contrario, sería tontería jugar.

Centrémonos ahora en las casualidades. Una casualidad no es más que una coincidencia de la que todo el mundo se sorprende pero que ve como algo normal. Por tanto, alguien que cree en las casualidades es imposible que crea en el destino. Yo creo en el destino y veo complicado que haya casualidades. Puede haber una, dos, a lo sumo tres, pero cuando hay un cúmulo de situaciones que te han afectado incluso sin haberlas “provocado” tú mismo, entonces me temo que no se trata de simples coincidencias.

¿Quién mueve los hilos de la vida? Por supuesto que nosotros mismos, pero ¿somos conscientes de que una decisión puede cambiar el rumbo? Perder el control no es más que haber intentado tenerlo en todo momento. No sirve de nada intentar tener todo dominado cuando al final son las situaciones las que nos dominan.

Aquellos que opinan que las casualidades son simplemente eso, creo sinceramente que se equivocan. Hay algo más, algo que se nos escapa. No se qué es. ¿Por qué ir a un sitio pudiendo ir a otro? La respuesta fácil sería “pues porque me apetecía en ese momento”. Realmente es así, no tiene más. Sin embargo no deja de ser inquietante preguntarse qué hubiese sido de nosotros sin hubiésemos ido por el camino contrario. Nadie lo sabe, es un misterio que jamás podrá resolverse. ¿Qué tienes tú que ver conmigo? ¿Hasta qué punto una decisión mía te afecta? ¿Quién me salva continuamente? ¿Quién aparece en un momento determinado cuando todo parecía normal? Demasiadas preguntas para tan poca persona.

martes, 12 de abril de 2011

¿Y al final?



Bendito el día en que uno se da cuenta que no es superman, que es como los demás y que todo lo que había creído hasta el momento no era más que un paraguas que le protegía de su propia miseria.


Aunque pueda parecer extraño, es una satisfacción saber que uno no es de piedra y que puede considerarse humano. Es una sensación de felicidad en el fondo del corazón que no se corresponde con la inmensa tristeza que siente el resto del cuerpo.


Cambiar por algo, por alguien. ¿Hay mayor muestra de que ese algo o alguien nos importa de verdad que cambiar? Es un orgullo, es libertad y sobre todo, es consuelo de que en lo mas profundo del monstruo que uno lleva dentro hay un ápice de esperanza.


¿Y al final qué? Queda la satisfacción de estar tranquilo con uno mismo y de saber que pudo vencer al ogro que llevaba dentro. Es muy bello pensar eso, pero la pura realidad acaba reflejando una cosa inevitable: al final no queda nada.


(Cree solo en tus alas)

domingo, 10 de abril de 2011

Tú mandas

No cedas nunca. Siempre piensa que los locos son ellos. Lo que yo opino es lo que vale y el resto me da igual. No importa el daño que puedas hacer porque ya te han hecho suficiente y tu debes mucho más. No te pongas en el lugar del otro porque necesita un psicólogo y no sabe lo que dice. ¡Está loco! ¿O está pasando un mal momento? Que va, está como una regadera… No tengas esperanzas en algo que piensas que está condenado a la destrucción. Yo se lo que hago. Yo controlo. No tengo problemas porque se que está ahí. Es tonto. ¿Por qué se enfada por tonterías? Quizás no son tonterías… ¡pero que estoy diciendo, claro que lo son! ¡Son tonterías! Son tonterías porque yo lo pienso así. Yo jamás me pondría así por eso. Yo… yo, soy yo. Yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo. SOY YO. Y yo controlo. Recuerdalo siempre porque así funcionan las cosas.

viernes, 8 de abril de 2011

En Re Menor

¿Cómo definir este acorde? Es el más triste, nostálgico, solitario y sin remedio que se puede hacer con seis cuerdas. Aún así tiene algo que engancha y siempre suena agradable por muy pasteloso que pueda parecer. No se si el que me lee (si es que alguien lo hace) sabrá cómo suena un re menor, pero si alguien quiere viajar alguna vez a lo más profundo de su ser, le recomiendo que alguna vez se detenga en escucharlo. ¿Pero qué loco puede “alucinar” con un re menor teniendo LSD?

Hay veces en que la vida misma es re menor. ¡Primavera! El sol, que llevaba tiempo castigado entre las nubes, por fin sale con asiduidad. Y lo más importante: las flores. Ellas también están en re menor. Que curioso… las hay de todos los colores y todas están en ese maldito acorde. No tiene mucho sentido. Lo que se ve en el exterior no se refleja en el interior. A fuera hay un montón de colores, olores a cual más agradable y sonrisas.

Las flores sonríen, pero tú no sonríes a las flores. ¡Pobres flores! Ellas no te han hecho nada, se limitan a estar ahí sin hacerte nada malo. Estoy seguro de que solo quieren la felicidad para ti y tú solo las miras como lo que son, simples flores que en otoño se irán de vacaciones. Es el problema de ver a las flores en re menor, que por muy bonitas que sean, tu las ves a todas de color gris. Ni siquiera negro ya, sino gris.

Tumbado entre ellas, el viento sopla y también suena en re menor. Esto si que es ya de ir a la psicóloga. ¿Pero quién es ella para decirme que el viento no suena en re menor? No estoy loco. Se lo que digo y que el resto no lo entienda me da igual. Por lo menos escucho el re menor, cosa que ellos no son capaces de hacer. Ni siquiera quien parecía estar también en re menor lo está ya. Estoy solo con él. Allá donde voy me acompaña. Nadie está solo si le acompaña la soledad, apodada re menor. Veo los días en re menor. Quizás algún día la vea en re mayor (quien sepa como suena le resultará todo lo contrario al menor) Mientras tanto, ahí estás.

lunes, 28 de marzo de 2011

Alipori

Ser, tener, conseguir, lograr, aparentar, hacer, impresionar, llegar a, etc. Todos estos verbos cada vez me resultan más insoportables e indigeribles. Alguna que otra vez me he adentrado en lugares que parecen que tu simple presencia en ellos te va a provocar un chispazo interno que te llevará a la destrucción. Miradas verdaderamente matadoras de personas que ni si quiera conocen ni entienden nada. Gestos, detalles que en un principio pueden parecer insignificantes, pero que al meditarlos lo único que me producen es alipori (vergüenza ajena en latín).

Si a todos aquellos que se creen algo por tener más que los demás y pertenecer a un estatus social alto les diera por preguntarse “¿qué soy yo en este mundo?” probablemente tendrían el mismo sentimiento de alipori que yo. Pero más allá de las cosas materiales que se tengan hay algo que me provoca mucha más tristeza: insignificancia. Seguramente no todos los que sean ricos, por decirlo de alguna forma, sean miserables de espíritu. Algún ricachón bueno habrá; por eso, dejemos a un lado las cosas materiales que al fin y al cabo simplemente son eso, cosas.

La insignificancia es uno de los sentimientos que más machacante puede llegar a ser. Al principio de todo nadie es insignificante porque eres nuevo. Lo novedoso jamás es insignificante por muy malo que sea. De hecho, queda sobradamente demostrado que muchas veces cuanto peor, mejor. En ese sentido y por muy mal que caiga a todos, Lenin no estaba desencaminado. Si el concepto comienzo fuese una persona, todos la envidiaríamos ya que toda la atención estaría centrada en ella. Afortunadamente, el comienzo no es alguien de carne y hueso; y digo afortunadamente porque la acabaríamos despellejando entre todos.

Que alguien eclipsado por el dinero te muestre su insignificancia es todavía entendible porque está bajo los efectos de la apariencia. Pero que gente que aparentemente es sana de mente también lo haga, daña más que un espadazo en el centro del corazón. Nadie es quien para adoptar una postura de superioridad ante otro. Nadie es quien para mostrar insignificancia ante otro. Nadie es quien para creerse más. Nadie es quien para pensar “es que soy yo, y yo puedo”. Nadie puede decir que “nadie no puede hacer tal cosa”, como estoy haciendo yo ahora mismo. Tú no eres nada, que te quede claro. No eres nadie sin los demás (entre los cuales estoy yo también). Yo no soy nada. No soy nada sin ti.

lunes, 21 de marzo de 2011

Monarquía vs República

Suele decirse que con el tiempo las cosas se pueden analizar con mayor frialdad y objetividad. En el caso que me propongo tratar, la continuidad de la monarquía en España, ya ha pasado tiempo suficiente no sólo para reflexionar sobre ello sino también para plantearse a fondo el tema. Pero ante todo, conviene subrayar que estas líneas que van a ser escritas no son ni una tesis a favor de una forma de gobierno u otra, ni una crítica a la monarquía española; simplemente son cuestiones que yo me planteo acerca este curioso árbol con ramas dispersas llamado España.


Racionalidad política
Si partimos de la base de que la razón juega un papel importante dentro de la política, y por tanto, también dentro de los propios sistemas de gobierno, la monarquía es un sistema completamente irracional. En una forma de gobierno monárquica, lo que importa no es la decisión del pueblo o del propio individuo, sino la suerte. El rey, a no ser que las circunstancias lo eviten, ya nace siéndolo. Es decir, al ser una cuestión de sucesión no interviene en ningún momento la razón, sino que por propia herencia familiar ya asume el cargo de jefe de Estado. Por esta misma razón es un sistema irracional, ya que en ningún momento interviene la voluntad y el juicio del pueblo. Ya no solo porque no participen los ciudadanos, sino que dentro del propio sistema monárquico tampoco existe racionalidad alguna. La monarquía parte de la base de que el jefe de la tribu, por llamarlo de alguna manera, ya viene dado y aceptado de antemano. De ahí a que internamente sea un sistema impuesto entre los propios que lo conforman.


Pero yendo a un aspecto de mucha más importancia para el hombre, la monarquía puede ser o no un sistema con libertades. Ahora mismo estamos acostumbrados al sistema de monarquía parlamentaria, que es el que existe en España, pero también existen otros tipos de monarquías que no son precisamente democráticos como pueda ser el absolutismo. Por otro lado, en las monarquías híbridas el monarca no tiene el completo poder pero si dispone de una gran influencia política. En España, la monarquía parlamentaria aplica la famosa frase “el rey reina pero no gobierna”. Esto no deja de ser otra irracionalidad más porque un jefe de Estado no puede caracterizarse por estar al margen y dedicarse únicamente a funciones representativas.

¿Cuál es la conclusión de los distintos tipos de monarquías? A mi juicio, la monarquía absoluta, desde el punto de vista político, tiene algo de sentido. La monarquía híbrida no deja de ser un absolutismo camuflado en un supuesto sistema parlamentario. Pero sin duda alguna, la monarquía parlamentaria es el sistema más irracional ya que, en términos metafóricos, es como un humorista que no hace gracia ¿se le podría llamar humorista?


Monárquico no, Juancarlista
Es uno de los argumentos que muchas personas dan para defender la monarquía en este país. En un principio puede parecer un razonamiento un tanto extraño porque si Juan Carlos I es el Rey de España, y el rey es el mandamás de la monarquía, entonces todos aquellos que se consideran Juancarlistas ¿no deberían ser por lógica pura monárquicos? Solo encuentro una explicación medianamente coherente a esto: la monarquía en España no ha venido dada por un sistema de sucesión hereditaria, sino por imposición de un dictador militar cuyos propósitos no eran precisamente los que llevó a cabo Don Juan Carlos. De ahí a que mucha gente valore al rey por haber dado el paso a esta supuesta democracia que tenemos hoy en día y no haberse convertido en Franco 2.


Otro posible razonamiento sería el miedo o rechazo al concepto de república que hay en España. Cuando millones de españoles ven en el rey un sinónimo de estabilidad, calma y tranquilidad social es precisamente porque la monarquía parlamentaria está al margen de todo tipo de controversia o decisión que pueda manchar su imagen. La palabra república en España huele a viejo y hace recordar ciertas cosas de nuestra historia que no agradan, por lo que el cerebro humano español opta por lo fácil: una forma de gobierno la cual se esté quieta. Esto es algo que si verdaderamente queremos avanzar debería corregirse. La república no es más que otro sistema de gobierno. Ni debería asociarse con la extrema izquierda, ni con la persecución católica, ni con nada de eso. Pero lamentablemente pueden más los errores del pasado que un planteamiento racional del futuro.


Rinoceritis española
Resumiendo el concepto de rinoceritis, el cual consiste en que el hombre a base de hacer algo habitualmente lo termina viendo normal cuando en realidad es una locura (rinocerontes paseando como Pedro por su casa por las calles), llego a la conclusión de que algo muy similar ha ocurrido con la monarquía en España. Salvando las distancias entre la esquizofrenia que sería aceptar como normal ver a rinocerontes campando a sus anchas por la calle, la monarquía ha alcanzado un nivel de aceptación espectacular.


Hablando en términos publicitarios, la sociedad ve como normal y hasta apetecible el producto que nos ofrecen. Es decir, la oferta de “llévese una democracia con monarquía impuesta” ha sido aceptada sin ningún tipo de reflexión. Incluso gran parte de los intelectuales justifican esto como un pack democrático.
Está claro que poniéndonos en contexto, lo mejor para todos era acceder y en ese sentido lo veo una postura inteligente, pero no deja de ser sorprendente cómo se ha aceptado la situación.



El futuro depende del pueblo
Con todo lo que ha llovido desde 1978 cabe plantearse lo siguiente: ¿es el momento de cambiar el sistema? Siendo realistas, dentro de poco habrá una sucesión en la corona, el rey abdicará y su hijo le sustituirá. La cuestión no es si Felipe está suficientemente capacitado para ejercer el cargo. De hecho, esa inquietud es, si se me permite, un poco absurda porque en un sistema en el que el rey reina pero no gobierna no es necesaria una alta capacidad de mando.

Muchos piensan que España le debe mucho a Juan Carlos y que sin su actuación habría sido imposible dar el paso a la democracia. Yo, sin ser precisamente un gran admirador de la monarquía, aprecio su labor y creo que hizo lo correcto. Demostró patriotismo y coherencia. Por tanto, hasta ahí se puede considerar como aceptable la figura del rey ya que ha hecho algo por todos. Pero el hecho de tener que aceptar a un sucesor simplemente porque ya viene estipulado así no deja de molestarme. ¿Qué ha hecho Felipe (que por lejano que suene, será el rey de España) para merecer ser el jefe de Estado? Es el hijo del rey, y por ello hay que aceptarlo, pero no por eso dejaremos de opinar y juzgarlo cada uno a nuestra forma.


Lo más racional y que a la vez sería un gesto de madurez democrática sería proponer un referéndum orientativo para saber qué opinan los españoles. Digo referéndum orientativo porque no se trata de hacerlo para cambiar el sistema de la noche a la mañana, sino para conocer la visión del pueblo. Con el resultado de dicha encuesta nacional entonces ya se podría actuar en consecuencia. ¿Es esto un guiño al sistema republicano y en consecuencia a la Tercera República española? No. Únicamente es un planteamiento político y social más. Que nadie se escandalice, porque lo que yo opine sobre cual es la mejor forma de gobierno a nadie le interesa. Y si así fuese, vivo en un país libre en el que puedo tener
mis propias ideas. Porque es así ¿no?

viernes, 18 de marzo de 2011

Pasotismo

La falta de compromiso social de los jóvenes se podría definir con una palabra mucho más accesible para todos, sobre todo para los propios jóvenes: pasotismo.
Yo me considero un auténtico pasota, pero eso no quiere decir que no me interese la sociedad. Precisamente porque soy un pasota, no me creo prácticamente nada de lo que proponen y cuentan las instituciones.

Según las estadísticas, a los jóvenes nos interesa poco la política. Pues bien, yo debo de ser uno de los raros a los que sí le interesa. Pero más allá de interesarme, me preocupa. Me inquieta el rumbo que toma la política y cómo se infecta de intereses partidistas. También se dice que hoy en día no existen ideologías sino que es todo economía pura y dura; estoy totalmente de acuerdo. Las ideologías quedaron atrás, allá por el siglo XIX y parte del XX. Lo que hay ahora son todo puros sistemas económicos y a la gente le importa poco cómo se hagan las cosas si su bien estar no se va a ver afectado. Es decir, ojos que no ven corazón que no siente.

Algo que está claro es que el mundo en general carece de líderes. En el fondo todos buscamos alguien a quien seguir, ya bien sea el Dios ya creado o el que cada uno crea para sí mismo, un padre, un amigo, un músico, un actor, un poeta, etc. Esto define perfectamente el vacío que vive la sociedad en general. Este vacío afecta en mayor medida a los jóvenes y se hace más hincapié en que tienen poco compromiso social porque de ellos se esperan más cosas. Es decir, el joven, al contrario que el jubilado, no puede estar quieto. Tiene que innovar, cambiar y revolucionar el mundo, y esa es su misión como joven que es. Por eso me molesta en exceso ver como muchos ni tienen expectativas o ni si quiera ilusión por nada. La sensación que me da es que parece que les cuesta moverse.

Esto tiene una explicación sencilla: ¿qué tiene que revolucionar hoy en día la juventud si lo tiene ya todo hecho? El tenerlo todo al alcance de la mano sin haber movido un dedo ha propiciado una juventud cada vez más acomodada, que sólo piensa en sí misma y que poco le interesa lo que pase más allá de sus narices. Sería fácil culpar de este fenómeno llamado pasotismo a los padres. Es cierto que algo de culpa pueden tener por haber sido con ellos más flexibles de lo que ellos mismos fueron tratados en su juventud, pero los padres tampoco están en las mentes de sus hijos. Por tanto, no sería justo culpar a los padres del pasotismo de los jóvenes.

El problema es que a los jóvenes se les ha dado la mano y han tomado el brazo. Al ver que todo es fácil y accesible se han olvidado del verdadero valor de las cosas y de la satisfacción de lograr cosas por su propio esfuerzo. Por eso creo que esta crisis económica puede tener su lado positivo, ya que nos hará bajar de la nube para chocarnos de frente con el muro de la realidad. Tener que vivir peor que antes motivará un cambio y hará progresar a la juventud y a la sociedad en general. O por lo menos eso espero.

lunes, 14 de febrero de 2011

¿La quieres? ¡Pues ya está!

Si alguien en este planeta fuese capaz de dar una definición universal de qué es el amor todo sería más fácil. No habría conflictos entre aquellos que se aman (o creen hacerlo), ni dudas respecto a lo que es estar enamorado. Cualquiera podría dar una definición de pasión, placer e incluso del odio. Sin embargo, cuando se trata de hablar de algo tan complejo y que a veces se trata de manera tan superficial como es el amor, la cosa ya no es tan sencilla.

Ya sea por razones de ignorancia o de autoengaño, se tiende a confundir el amor con el enamoramiento. Desde mi punto de vista hay que hacer una clara distinción. El enamoramiento va necesariamente unido a la pasión y al deseo carnal por la otra persona. En la mayor parte de los casos las personas entran en la fase de enamoramiento mucho antes que en la del amor debido a que tan sólo hay un deseo de curiosidad y morbosidad. Es decir, cuando alguien nos atrae es debido a algo, ya sea su estética, su físico, su personalidad en primera estancia o porque simplemente empatas con él.

El amor es mucho más complejo. Es una fase única e irrepetible que, si es sincero, se da en escasas ocasiones. Si antes he dicho que el enamoramiento va unido a la pasión y al deseo físico, el amor tiene además de todo eso el poder de ser una maquina de sensaciones inexplicables. Los más cursis lo llaman mariposas en el estomago. Yo no me aventuro a dar una definición de cuál es el nombre de dicha (y muchas veces dichosa) sensación.

Por tanto, olvidémonos de las flechas de Cupido y seamos realistas. Uno no se enamora cada dos por tres, y cada vez que conoce a una persona que le hace gracia dice estar enamorado de ella. Si es así, entonces el amor tendría una fácil definición: la llama de una vela encendida que se apaga y se enciende continuamente. Sin embargo no es así; y menos mal.

Muchas personas basan su felicidad en tener, ser, aparentar, lograr media hora de placer y luego desaparecer… A todos aquellos que piensan que ser feliz consiste en eso les diré que se equivocan. Es cierto cuando dicen que el amor todo lo puede. Y es que es así, no hay nada más verídico que eso. ¿Qué más da que sea pobre si estoy con la persona que amo? Porque en esta vida no hay nada mejor que amar y ser amado. Ya puede estar acabándose el mundo que si amas y eres amado el resto no importa. Por cierto, hoy es 14 de febrero, feliz San Valentín.