lunes, 21 de diciembre de 2020

Escándalo

"Espero que mi aspecto no les haya asustando.  Es la última de mis intenciones".

En un escenario rodeado de gente tan elegante es complicado no ofender. ¡Pero qué estoy diciendo! Ya he vuelto a equivocarme... En este escenario solo estoy yo. En todo caso, lo correcto sería decir "en un LUGAR rodeado de gente (...)". 

La guitarra ofrecida no parece gran cosa. La excusa perfecta... Si sale mal, la culpa es de la guitarra. Ja-ja-ja. Una risa interior (¿se acuerdan de la risa del perro?) me invade en un pequeño placer más corto que un orgasmo (¡masculino! que ya se sabe que ahora hay que matizar y mucho). A veces es todo de una corrección y concreción insoportable... Pero vayamos al tema.

"No quisiera escandalizarles, de verdad. Usted parece triste, ¿es por mi culpa?

Se trata de un caballero. ¡Por todos los santos! Ya he vuelto a equivocarme... No es un caballero. Es un joven cuyo atuendo le hace APARENTAR ser un caballero. Bueno, hagamos una excepción esta vez y de paso me tiro a la piscina: el pobre diablo había perdido justo esa mañana su trabajo. De cocinero, para ser más exactos. 

"No se preocupe, caballero. Quédese con lo felices que nos han hecho sus platos"

Llora...

"¡Pero no me llore! Que aún no he empezado a tocar, y mucho menos a cantar"

Ríe. Objetivo cumplido.
Y qué mujeres más bellas hay por aquí. ¡Menudo festín me voy a dar! (de aplausos, no empecemos otra vez con las mentes calenturientas).

"Este micrófono es muy raro. Se cae continuamente. ¿O el raro soy yo?"

Pienso que mejor dejar de hacer tantas preguntas. El pánico parece haberse de este humilde concertista, tanto que ya no está en el escenario, sino a pie del público. El silencio comienza a ser incómodo. Para ellos, no para mí. De hecho, a mi el silencio me encanta. No sé por qué la gente no se calla la boca de vez en cuando. Y otra vez que he metido la gamba... La boca no se puede callar, en todo caso es la voz la que se calla. Aunque si no movemos la boca es complicado hablar. ¿Y para un ventrílocuo? Sí, ojalá yo fuese un ventrílocuo cuyo muñeco tocará esta tarde-noche. 

"¿Voy a tocarles unas baladas agradables. No se piensen que vengo aquí a taladrarles los oídos"

Risas. Pero mi sorpresa es mayúscula cuando me percato de algo: hay más de una persona animándome a "darle caña". Yo lo interpreto como un "déjate de mariconadas y toca algo fuerte". "Pero tócalo ya", me digo a mi mismo. 

"Quiero agradecerles su tiempo. Ha sido maravilloso no poder verles"

Cocaine de J.J. Cale no ha ido tan mal. Ha sido la última en sonar. Creo haberme equivocado en un par de acordes. Y la canción tiene cuatro, así que un cinco raspao'. Como de costumbre.