domingo, 17 de junio de 2012

Vómitos de alto voltaje



Cae la tormenta, estallan los rayos y las abuelas cierran las persianas de sus casas por miedo a que el caos se convierta en un hecho. En sus ojos la esperanza de que llegue la calma. Algo positivo: qué bonito queda todo cuando llueve. Mala suerte que la escoria no se vaya por las alcantarillas. Pero nos gusta más el sol. Nos brinda un día más alegre dentro de nuestro silencio. Ilumina la belleza exterior de los feos de espíritu. ¡Qué felices somos en este paraíso del silencio! Todo lo que lleves dentro se irá haciendo grande en tu estomago. Se hinchará como un globo hasta el punto de parecer un melón. Cuando ya no puedas más explotarás y sacarás toda la basura que haya en tu interior. No importa quien esté en frente en ese momento, echarlo es la única solución. Pero todo está bien. No se si existen miradas de asco o si hay dulzura tras su Chupa Chups de fresa, la única verdad es que cuanto más observo a los demás más me gusta ser yo mismo.

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