miércoles, 13 de junio de 2012

Una gota más en el mar


Increíble como la vida puede cambiar en cuestión de segundos. La ruleta está en marcha, en ese momento los músculos del cuerpo se contraen hasta que el desenlace te hace llegar a la conclusión de siempre: la banca gana. Los millones de la esperanza caen como gotas en el mar. Se esparcen sin dejar huella y cuando ya no hay mas gotas que observar, las olas se llevan por delante a la humildad. Da igual la cantidad de tormenta que pueda caer si después sale el sol. No llueve para siempre, ya que si así fuese no habría problemas. Que algo sea gris sólo es válido si lo es continuamente. Si cambia, si es como el viento que va y viene según le de por soplar, entonces ya no tiene sentido. Unas veces arriba y otras abajo. Nos fijamos únicamente en lo alto y en lo bajo. Un mar de dudas se asientan en el interior, tratando de sacar explicación de cosas que no la tienen. Las cosas son como son y muchas veces tratamos de encontrar respuestas sin tener en cuenta que la tenemos en la propia contradicción.

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