- Verás, no hay nada mas fingido que alguien que desea sonreír y sabe que va a hacerlo. Imagínate esta situación: alguien que va al cine a ver una comedia va porque tiene la intención de reírse y pasar un buen rato ¿no?
- Supongo que sí. Pero es lo normal… si alguien va a ver una comedia es porque tiene ganas de reírse.
- Por tanto ahí tienes la respuesta. Sonríes porque te apetece sonreír, pero no porque tu sonrisa sea pura.
- Pero siempre las sonrisas vienen provocadas por algo. ¡Uno no puede sonreír porque sí!
- Precisamente la sonrisa que sale sin motivo alguno es la única verdadera. No viene determinada por nada, simplemente es innata y siempre está ahí.
- Nadie sonríe sin motivo alguno. Siempre hay algo que lo provoca. Tú me cuentas un chiste y si me hace gracia me río. También puedo fingir que no me hace gracia y reírme, pero aún así ambas sonrisas estarían motivadas por algo.
- ¿Y si no te cuento ningún chiste? ¿Y si no hago nada gracioso para motivar tu sonrisa?
- ¡Entonces no sonreiría!
- Por lo que volvemos a lo que decía antes. Eres un infeliz
- Quizás tu felicidad sea fingida y no te has dado cuenta.
- Querido, me temo que eso no es posible.
CONTINUARÁ…
No hay comentarios:
Publicar un comentario