miércoles, 10 de febrero de 2010

¡Que rule la hipocresía!

Lo que para uno está bien, para otro puede resultar la cosa mas horrible del mundo. En cierto modo, la diversidad de opinión sobre ciertos temas está muy bien y más que justificada ya que da pie al pluralismo. Sin embargo la sociedad coincide en ciertos aspectos. No hace falta irse a los diez mandamientos para sacar la conclusión de que matar no está bien. Tampoco está bien insultar, robar, mentir… hay tantas cosas que están mal que ocuparía tanto tiempo y espacio que no merece la pena seguir.

De lo que no oigo hablar nunca es de la hipocresía. Y no será porque falte… Debe ser que hay tanta hipocresía y tanto juego sucio que nadie es capaz de dedicarla un capítulo. Esto ya demuestra la valentía de la sociedad para enfrentarse a la realidad. Es mejor poner buena cara cuando vemos pasar a la típica vecina que nos saluda cordialmente y luego criticarla por la ropa de pordiosera que lleva. Es un ejemplo típico de culebrones latinoamericanos y que aquí en España lo estamos llevando a la vida real con tanto estilo y categoría que nos resulta hasta normal.

Hay un caso de hipocresía que me preocupa profundamente. El partido más disputado y entretenido de la infinita edición del torneo de la comunidad hipócrita entre dos equipos que luchan por ascender: alcohol frente a cannabis. Y es que beber se a convertido en un acto de tal hipocresía que ni siquiera la copa más cargada lo supera. ¿Por qué beber no está tan mal y fumar marihuana es malísimo? Si el que me está leyendo piensa que estoy haciendo una apología del cannabis y que estoy justificando su legalización, directamente le diré que es un hipócrita más. El clásico adolescente se emborracha por primera vez y queda como algo anecdótico. “Vaya pedo se agarró fulanito” diría el típico amigo analfabeto e hipócrita. El mismo caso podría pasar con un chaval que experimenta con la marihuana por primera vez. Sin embargo los comentarios ya no serían los mismos. “Vaya fumada se cogió menganito, está echando su vida a perder porque se va a enganchar”. Claro, el alcohol está legalizado y, lo que es más peligroso, está normalizado. No confundir alcohol con tomarse una copa de vino para comer, sino aquellos que viernes tras viernes beben y no precisamente una copita de vino. Pero claro, como es algo que se hace por rutina ya no es malo… y si algún día te excedes es suficiente con decir que no volverá a pasar mientras recuerdas las tonterías que hacías con tus amigos.

¿Pero que clase de circo absurdo tenemos montado entre todos? Es todo tal farsa y tal espectáculo lamentable que me mofo con todas las letras de esas personas. Todo el mundo merece respeto, sí, ¿pero es que a caso esa gente sabe lo que dicen? Es algo tan contradictorio como aquel que se muestra contrario a las relaciones prematrimoniales y luego sin querer y por arte de magia viola a un niño. Pero eso es otro asunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario