lunes, 1 de agosto de 2011

¿Cuánto? Todo


Cobardía, miedo, temor, timidez, pusilanimidad, apocamiento, traición, deslealtad, engaño, ingratitud, infamia, vileza, insidia, injusticia, maquinación, conjura, conspiración, egoísmo, egocentrismo, individualismo, codicia...

Es un gesto tan poco humano que sólo tendría justificación en el niño ingenuo, inocente y lleno de maldad (inconsciente) que todos llevamos dentro. Aún así, tampoco merecería el perdón ni la aceptación por muy masoquista que uno pueda mostrarse a veces.

Es comparable con quien parece ser tu ángel y a la hora de salvarte te deja caer por el más hondo de los pozos. Pero antes respiras, meditas, sacas tus propias conclusiones (erróneas seguramente) y quitas el brazo justo cuando las incomodas inyecciones pretenden traspasarlo con altas dosis de realidad.

Incluso a la plena felicidad momentánea le vigila la preocupación. ¿Nunca te vas a ir? ¿Siempre vas a estar presente? ¿Por qué eres así? Preguntas, preguntas y más preguntas. ¿Para qué? (¡otra pregunta!) Para seguir igual.

No tengo nada meditado, todo lo hago desde dentro. No calculo, no pienso (quizás ese sea el problema). Me dedico únicamente a dar porque es lo que me sale en ese momento. ¿No creo que sea tan difícil de entender, no? Descubrir que todo es una película llena de grandes actores y que uno ha sido el principal protagonista sin darse cuenta sería digno de suicidio.

(por muy bella y barata que parezca, la mentira es la más fea de las prostitutas).

No hay comentarios:

Publicar un comentario